El potasio es uno de los tres elementos químicos, junto con el fósforo y el nitrógeno, que incide en el ciclo natural de las plantas, por el hecho de ser un regulador hídrico.
La combinación justa con los otros dos elementos hace que el potasio sea, no sólo un fertilizante por sí mismo, sino también un elemento esencial de los fertilizantes complejos. La potasa es, pues, un elemento clave para la fertilización agrícola y tiene un papel fundamental en la mejora eficaz y sostenible de esta producción en buena parte del mundo.
Hay que tener en cuenta el aumento de la población mundial con una previsión de llegar a los 9.000 millones antes del año 2050. La producción agrícola sin fertilizantes no aumentaría en la misma proporción y, por tanto, la potasa es necesaria para asegurar la alimentación del planeta. El uso intensivo del suelo agrícola requiere un aporte extra de nutrientes, más allá de los ciclos naturales de reposición.
La potasa se comercializa en dos calidades de diferente granulometría (estándar y granulada), en función de su finalidad:
– Para la obtención de fertilizantes complejos.
– Para la fertilización directa, suelta o mezclada con otros.
ICL Iberia Súria & Sallent produce 1 millón de toneladas anuales de potasa, de las que un 80% se exportan en todo el mundo.